Así soy yo, a mi me gusta escribir y es mi forma de gritar lo que siento, de sacar la maraña de ideas que rondan por mi mente para evitar perder mi propia cordura. No escribo para nadie, lo hago para mí.
Hace días que no había querido escribir, estaba un poco azul, confundida y con ganas de aislarme del mundo... creo que lo logré.
He leído acerca de lo que pasa en el mundo, como nos peleamos unos contra otros, como se permite que el mal gane y dañe a personas inocentes.
No puedo imaginar la angustia de tener que dejar tu hogar sin tener a donde ir porque lo único que te queda es la vida y hay que proteger a la familia. Escucho su historia y me siento impotente, inútil, triste y vacía. No puedo hacer nada y eso me molesta tanto, lo único que tengo que ofrecer son oraciones, mis oídos, mi corazón y mis palabras que no sirven de nada.
Cómo es posible que los humanos permitimos que otras personas hagan con nosotros lo que quieran, como permitimos las injusticias, el maltrato, el asesinato, el robo y la mentira sin hacer nada.
Cómo vemos el sufrimiento de las personas que nos rodean, personas que están aquí; no en otro país o continente y no hacemos nada, hacemos como que no vemos y seguimos disfrutando en nuestra burbuja de las comodidades y la seguridad que nos da nuestra casa y nuestro trabajo, ajenos a lo que nos rodea y decidimos cada vez no hacer nada, cerrar los ojos y hacer como que no vemos, decidimos una y otra vez ser indiferentes y aún así entre las comodidades cotidianas somos miserables, tristes, vanos y más miserables. Preocupándonos por cosas sin sentido; cuando no podemos imaginar tener uno o más miembros de la familia enfermo y no poder ayudarlo, cuando no sufrimos la angustia de saber que vas a trabajar pero no sabes si regresarás, cuando no tienes la carga de la seguridad que debes proporcionar a las personas que dependen de ti.
Yo lo se, he escuchado, y no puedo hacer nada.
Diría que Odio este mundo... pero el mundo no tiene la culpa, la culpa la tienen estos despojos de seres humanos que se dedican a sembrar el terror, donde su ansia por tener más arrasa con todo, esos entes tan llenos de rabia, tan enfermos que se vanaglorian de matar al indefenso solo por su raza, creencias o simplemente porque pueden.
Estamos condenados? Ha sido así desde el principio de los tiempos. Tenemos esperanza? algún día entenderemos?
Qué cara vamos a dar cuando nuestra hora llegue y nos pidan cuentas sobre lo que hicimos?, Ayudamos a alguien o cerramos los ojos?, Fuimos felices?, Amamos? O nos mantuvimos encerrados por miedo a amar y salir lastimados, solo porque compartir duele. Porque es mucho el riesgo el dejar que alguien toque tu vida.
Despierta! Qué estamos haciendo? Qué le dirás a Dios?
Despierta! Qué estamos haciendo? Qué le dirás a Dios?
Esa pregunta me aterra y sin embargo he pensado qué hacer y no puedo hacer nada... nada más que no cerrar los ojos en mi pequeño entorno. Hacer lo que me toca y amar. Amar con todos los miedos y consecuencias que implica. Amar aunque vuelva a tener el corazón roto más de una vez.
Voy a bajar los muros que me he empeñado en levantar para evitar ser lastimada. Hoy decido dejar de ser indiferente ante el sufrimiento de los que me rodean e intentar hacer algo cuando me piden ayuda.
A veces me pregunto porque me entero de esas cosas sino puedo hacer mucho?
Cuál es mi papel en la orquesta de la vida?
Lanzo este grito impotente y desesperado. No se quién lo leerá, pero espero que llegue a ti... no se si está en tus manos hacer algo por las personas que están sufriendo ahora, si puedes mover un centímetro de tu voluntad para ayudar a alguien, pero si tu conciencia no te da para eso, al menos hoy no lastimes, no hables mal de nadie, hoy calla tus palabras y no seas parte de esa ola de indiferencia que nos cubre.
Hoy yo quisiera hacer algo... si supiera qué... si tuviera la manera de hacerlo.
Maldita sea.
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