Una nota triste como música de fondo, y mi mente empieza a vagar, a veces no sé que pasa, no sé si vienes o vas, qué buscas, qué esperas.

Hay letras que tocan el alma, me gustaría poder escribir así, dejar ir mi mente y que las letras fluyan sin restricción.

Ella, se levanta cada mañana con el sonido del televisor, a veces quisiera cerrar sus ojos y dejar el mundo rodar, olvidar las obligaciones y todas esas cosas que las personas inventaron para mantenerse "ocupados". 
De pronto pasa por su mente aquel momento cuando decidió no despertar y sumirse en un sueño donde nadie podía entrar, se permite volver a sentir esa sensación en donde solo esta Ella, el roce de la sabana, el silencio que reina en su interior, la sensación al hacerse un ovillo y sumirse en sus sueños, todavía puede recordar parte del sueño que tuvo aquel día, algunas décadas atrás. 
Revive la conmoción que causo esa mañana cuando al parecer no habían gritos ni sacudidas que pudieran hacerla volver a la realidad, a veces los sueños son mejores, a veces, simplemente no quiere despertar; finalmente cuando pudo percibir la angustia de quienes estaban a su alrededor bloqueo esa habilidad para aislarse y no la alcanzo nunca más. 
Esta mañana le hubiera gustado recuperarla.
Finalmente logra despegarse de la almohada y apagar el despertador, se dirige a la regadera, se dispone a sentir como el agua recorre su cuerpo, siempre ha sido parte de sus momentos preferidos, cerrar los ojos y sentir el agua, hoy se deja caer en el piso con la mirada perdida, se permite dejar pasar los minutos y pensar en la nada, solo ver el millón de imágenes sin sentido que se dedican a jugar con su mente, se pregunta si esto es normal, si el resto de las personas, al menos las que habitan en la casa, alguna vez se han sentido así; aunque finalmente no importa, sabe que seguramente la mayoría no la comprendería. 
Sube el volumen a la música y deja que las notas dominen sus pensamientos, las emociones se acumulan en el pecho y las lágrimas se confunden con las de la regadera, de pronto, se le viene a la mente los días en que salía a caminar en la lluvia, cuando no importaba calarse hasta los huesos de agua fría, cuando caminaba sin rumbo, disfrutando del silencio, de la soledad de la avenida, cuando de pronto veía a alguien apresurado bajo la sombrilla para evitar mojase y ella sonreía, con esa sonrisa de medio lado, que sale casi a la fuerza, mientras no logra ocultar la tristeza que domina su mirada. De pronto se pregunta qué cambio? por qué olvido? 
Abre sus ojos y la realidad la lleva a ser consciente del lugar, momento y espacio en el que está, al parecer hay que continuar.

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