Hace poco leí un pensamiento que decía "un día te darán un abrazo tan fuerte que hará que todas tus partes rotas se unan de nuevo", o al menos esa era la idea... me siento tan fragmentada que no creo que eso sea posible. Un abrazo... uno tuyo... se sentía tan bien, si tuviera que describirlo en una palabra creo que será "cálido". Un abrazo puede decir tantas cosas sin necesidad de hablar, se puede llorar, se pueden soltar las preocupaciones; en un abrazo me puedo sentir tan protegida y a veces tan sola. La mayoría de las veces los evito, no me gusta sentirme vulnerable, creo que si alguien me abrazará en este momento me soltaría a llorar.
Porqué escribo esto? no sé, tal vez sea porqué me ayuda a depurar, tal vez porque un día te dije que escribiría sobre los abrazos y espere, intentando buscar algunas palabras que le dieran el merito necesario, pero no llegaron y yo me he ido.
Un abrazo es un bálsamo para el alma, es una caricia al corazón, cuando un abrazo es sincero puedo sentir un suave calor que hace que me quiera quedar ahí, recostada en su pecho, me hace sentirme arropada y da cariño a la niña perdida, puedo suspirar y aspirar tu aroma y sentirme en casa.
Si me dejo llevar en un abrazo el tiempo puede parar, puedo quedarme entrelazada y en sueños permanecer así, siendo uno mientras estamos unidos, mientras estás en mi y en un suspiro se me va la existencia. Y al terminar llevarte una parte de mi.
Ya no tengo miedo a decir lo que siento ni a perder; si ya lo he dicho e igual me he quedado aquí, sentada, ahogada entre lágrimas. Pero esto pasará, porqué todo pasa y todo es temporal. Así como las flores de primavera, hay que saber tomar el tren cuando pasa y disfrutar la alegría que te puede otorgar; pasar un cumple en compañía, tener una sonrisa, saber ver las pequeñas alegrías y apreciarlas. No son para siempre, pero esos pequeños momentos de felicidad te robarán una sonrisa cuando los recuerdes, cómo cuando quedo la puerta abierta...
"Te quise como fuego al viento en una noche de San Juan, y ahora que me voy te vas, la luna sobre el mar, ahora que no hay más destino que el camino en soledad. Me queda poco por decir y poco para recordar, que llora el río como pasa porque nunca volverá. El primer día de mi vida sin ti, cosí tu sombra al viento que se marcha, guarde un suspiro de después de partir, dejé una carta para mis fantasmas. El primer día de mi vida sin ti, cubrí recuerdos con sábanas blancas, sople en tu cara todo lo que sufrí, llego la música hasta mi ventana".
Si me dejo llevar en un abrazo el tiempo puede parar, puedo quedarme entrelazada y en sueños permanecer así, siendo uno mientras estamos unidos, mientras estás en mi y en un suspiro se me va la existencia. Y al terminar llevarte una parte de mi.
Ya no tengo miedo a decir lo que siento ni a perder; si ya lo he dicho e igual me he quedado aquí, sentada, ahogada entre lágrimas. Pero esto pasará, porqué todo pasa y todo es temporal. Así como las flores de primavera, hay que saber tomar el tren cuando pasa y disfrutar la alegría que te puede otorgar; pasar un cumple en compañía, tener una sonrisa, saber ver las pequeñas alegrías y apreciarlas. No son para siempre, pero esos pequeños momentos de felicidad te robarán una sonrisa cuando los recuerdes, cómo cuando quedo la puerta abierta...
"Te quise como fuego al viento en una noche de San Juan, y ahora que me voy te vas, la luna sobre el mar, ahora que no hay más destino que el camino en soledad. Me queda poco por decir y poco para recordar, que llora el río como pasa porque nunca volverá. El primer día de mi vida sin ti, cosí tu sombra al viento que se marcha, guarde un suspiro de después de partir, dejé una carta para mis fantasmas. El primer día de mi vida sin ti, cubrí recuerdos con sábanas blancas, sople en tu cara todo lo que sufrí, llego la música hasta mi ventana".
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