Cada día me cuesta menos trabajo esta lucha interna, admito que ha sido bastante doloroso, me cuesta mantenerme en el camino, he llorado de dolor e impotencia... he estado a punto de renunciar más de una vez... pero hoy me siento más fuerte, esto se está volviendo un desafío personal que no quiero perder, no está vez.
Cada día me gusta más lo que veo; sentir cómo se tonifican mis piernas, como cambia la forma de mi cara, la curva que se forma al final de mi espalda... no soy perfecta, nunca lo seré, pero me empiezo a gustar, aceptar y amar.
Cada mañana me cuesta abrir los ojos y poner los pies en el suelo; pero tengo un objetivo, voy a ser lo que siempre he querido ser y lo estoy logrando.
Publicadas por
Carolina
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